top of page

Concurso de microrrelatos de Sto. Tomás 2024

Como cada año, el Departamento de Lengua Castellana y Literatura organizó un concurso de microrrelatos por la festividad de Santo Tomás. En esta ocasión, los alumnos tuvieron que inventar una historia que comenzara con el inicio de La metamorfosis, de Franz Kafka, puesto que es el centenario de su fallecimiento.

 

La entrega de premios tuvo lugar en la biblioteca, el 23 de abril. Los alumnos del Aula Abierta también tuvieron premio por su magnífico trabajo. 

 

Los microrrelatos ganadores fueron:

Categoría I (1.º y 2.º ESO)

​

PRIMER PREMIO

Jasón Ayala Martínez. (2.º D)

Un ser… inestable

Al despertar Gregorio una mañana, tras un sueño intranquilo, se encontró en su cama convertido en … algo inusual, un ser incapaz de mirarse a sí mismo ni mirar un espejo ni reconocer lo que es. Gregorio se levantó, salió y le preguntó al vecino: —¿Qué soy? —. El vecino, al verle, se quedó tieso, blanco, de piedra. Gregorio se asustó al ver su reacción y se fue corriendo a ver al médico. Cuando llegó, todos a su paso se quedaban perplejos, petrificados. Gregorio se preguntó: —Seré medusa—. —No— dijo una voz misteriosa, —Tú eres una nueva especie, una especie de otro color, un color que el ser humano no está preparado para ver—. Gregorio sentía que la voz venía de afuera, pero afuera del médico, pero “¿afuera de qué?” se preguntaba Gregorio. —Gregorio, tú eres un ser espectador, un ser invisible que lo ve todo. Único, que opina sobre los hechos de los demás y no puede interferir en nada… pero… ese sueño que tuviste cambió las cosas y… tienes que largarte para que todos se despierten, para que sea como antes.

​

SEGUNDO PREMIO

Aya Ennaciri. (1.º F) 

La noche oscura

Al despertar Gregorio una mañana, tras un sueño intranquilo, se encontró en su cama convertido en … un miedoso chico con las piernas temblorosas, ni siquiera podía moverse, ni tampoco hablar, parecía que le habían cerrado la boca, intentaba hablar, pero su voz solo rondaba en su mente, pensaba que si hablaba le iba a pasar algo, su habitación estaba oscura, con la puerta cerrada, en las paredes, la cortina, el armario… veía a alguien, el mismo que estaba en su sueño ¿Quién sabrá qué le habrá pasado?

 

​

Categoría II (3.º y 4.º ESO)

​

PRIMER PREMIO

Isabel Martínez Prior. (4.º C)

El gemelo” 

Al despertar Gregorio una mañana, tras un sueño intranquilo, se encontró en su cama convertido en … alguien a quien no reconocía, pero sabía que había visto antes. Se levantó de su cama y se fijó en su alrededor: aquello parecía de otra época. Fue a la cocina, ya conocía el camino, ahí se dio cuenta de que era la casa de su abuela. Se había convertido en su padre.

​

—Alfonso, ¡baja a desayunar! — dijo su abuela.

​

Pero, si Alfonso era su padre, ¿quién era él? No recordaba que su padre tuviera un hermano, pero debía de ser así, los dos eran iguales, gemelos. Durante el desayuno, intentó hacer memoria de su sueño, pero solo vio imágenes borrosas.

​

—Gregorio, hijo, te noto un poco perdido, vamos que llegas tarde a clase— dijo su abuela, ahora madre.

Los dos hermanos salieron por la puerta. A mitad de camino, empezaron a notar que les seguían, entonces, ocurrió. Una persona se les acercó por detrás, encapuchada, parecía armada. Agarró a Alfonso, que intentó zafarse, entonces fue él quien atacó. Eso era lo que había soñado. Alfonso pudo salvarse, pero él, herido, cayó al suelo.

​

—¡Gregorio! — gritó Alfonso.

​

Despertó en su cama, sobresaltado y lleno de sudor, habiendo descubierto de dónde venía su nombre. 

​

SEGUNDO PREMIO

Noa Martínez Nicolás.(3.º D)

Una mañana muy extraña

Al despertar Gregorio una mañana, tras un sueño intranquilo, se encontró en su cama convertido en … una especie de elfo. No se dio cuenta hasta que, cuando se miró en el espejo, observó cómo sus orejas se habían alargado más de cuatro centímetros. Horrorizado, se dirigió a su armario y cubrió su cabeza con un gorro para ocultarlas. Reflexionó sobre quién podría ayudarle y, tras un rato pensando, no se le ocurrió mejor persona que su abuela, una abuela retirada. Cogió su bicicleta y se dirigió a su casa, que se encontraba en las afueras de la villa. La anciana abrió la puerta y entró. Con angustia, Gregorio le relató lo ocurrido. Cuando finalizó la historia, la mujer tomó un libro de su pequeña biblioteca y comenzó a ojearlo. Tras unos minutos, se detuvo en una página mientras fruncía el ceño. Le explicó que un malvado hechicero le había echado una maldición. Preocupado, el muchacho le preguntó la manera de romperla. Le dijo que solo había un hechicero capaz de algo así. Ruestro el Hechicero. La única forma de acabar con el hechizo era robando su talismán mágico. Le indicó la dirección de su casa al joven, y fue para allí. Parecía que el mago no se encontraba en el interior. Gregorio cogió una piedra del jardín y la lanzó contra una ventana, la cual se rompió. Entró con cuidado sin hacer ruido. En el interior, todo se hallaba en silencio. Realmente parecía el hogar de un brujo. Encontró un pequeño cofre en el que había diversos objetos de aspecto peligroso. En el fondo, estaba el amuleto. En el instante en el que lo tocó, notó cómo sus orejas volvían a su tamaño natural. Contento, Gregorio salió de la casa y se marchó pensando lo extraña que había sido aquella mañana.

IMG_20240423_114125.jpg
IMG_20240423_121900.jpg
IMG_20240423_113851.jpg
IMG_20240423_115037.jpg

Investigación científica en Biología

bottom of page